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Ya estamos acostumbrados a las maniobras sucias de la oposición en épocas pre-electorales. Ataques a las políticas del Gobierno Bolivariano, a las instituciones estadales y a los funcionarios, retención de alimentos de la cesta básica, escándalos mediáticos, alianzas con la derecha internacional para promover el descrédito del Comandante Hugo Chávez y todo lo que les sirva para enturbiar el ambiente electoral. También sabemos que esos montajes no son de fabricación propia, sino que se trata de lineamientos externos made in USA.
Ganar las elecciones del 26 de septiembre para nosotros significa la continuación de la construcción socialista, ya hemos avanzado un marco legal que va configurando el modelo de Estado que proponemos desde la Revolución Bolivariana, comandada por nuestro Presidente Hugo Chávez Frías.
Para nadie es un secreto que para la contrarrevolución la mayoría legislativa representa la posibilidad de aplicar la receta del golpe de Honduras y de regresión a la derecha fascista. Sin embargo, los números no les dan de ninguna manera; en la actualidad no existe la posibilidad de que obtengan la mayoría parlamentaria y ellos lo saben muy bien.
Creo que lo estratégico en este momento está en no permitir que la manipulación de sentimientos colectivos con las matrices de opinión cambien los resultados del 26 de septiembre. La oposición nacional y sus aliados internacionales están tratando de generar algún detonador afectivo que cambie la visión o que cambie el sentimiento colectivo de los venezolanos ante el hecho del voto, como ocurrió con Zapatero en España o algo parecido, lo que indica que la acción va a ser inminente, de terror psicológico. Por tal razón creo que es fundamental la interacción cara a cara con las Unidades de Batalla sobre este tema para alertarlos y prepararlos.
Tenemos que lograr que nuestros hombres y mujeres estén al tanto de las intenciones de estos grupos apátridas. El conocimiento de la realidad hace imposible que cualquier intento de manipulación determine los resultados electorales. Por eso, camaradas, preparémonos para llevar casa por casa nuestros programas revolucionarios y para encarar con éxito una vez más a la canalla fascista enemiga del Pueblo.
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